Desde la invención del primer adhesivo con alquitrán de corteza de abedul, el principio fundamental de la adhesión no ha cambiado: el uso de una materia prima fluida para unir dos sustratos. Hoy en día, los avances en materiales sintéticos y de origen natural han dado lugar a dos formatos comunes para crear productos adhesivos industriales. Los tipos de adhesivos industriales más comunes son las cintas y los adhesivos líquidos.
Un adhesivo líquido aplicado entre dos sustratos forma un material sólido que los une a causa de un cambio físico o una reacción química. Los adhesivos líquidos pueden tener varios formatos, lo que da a los fabricantes la oportunidad de ofrecer a los clientes adhesivos líquidos que cumplan diversas especificaciones.
En un adhesivo reactivo bicomponente, un componente A se mezcla con un componente B y la reacción química resultante proporciona la unión final.
Los adhesivos reactivos de un componente contienen un solo componente que sufre una reacción química, normalmente cuando se expone al calor, la luz o la humedad.
Los adhesivos termofusibles son sólidos cuando están a temperatura ambiente, pero se aplican como un líquido fundido. Cuando el adhesivo vuelve a la temperatura ambiente, se solidifica de nuevo y, de esta forma, se crea una unión.
Los termofusibles reactivos son adhesivos únicos que tienen las propiedades de los termofusibles y de los adhesivos reactivos de un componente.
Los adhesivos base agua y disolvente utilizan un soporte líquido (agua o disolvente) para aplicar el adhesivo a los sustratos. Cuando el soporte se evapora, queda el adhesivo. Los métodos de dispensación más comunes son tubos, latas y botes de aerosol.
Las cintas adhesivas son adhesivos sensibles a la presión, o "PSA", que proporcionan una solución de valor añadido al cliente, dado que el proveedor hace reaccionar las materias primas previamente. Al cliente se le suministra un material totalmente curado con las propiedades viscoelásticas necesarias para mantener unidos los dos materiales, con frecuencia mediante la aplicación de presión.
Se combina una capa de adhesivo sensible a la presión con un liner. También hay disponible un "liner doble", que posee un liner en ambas caras.
El adhesivo sensible a la presión tiene un soporte de film que está laminado por las dos caras. Esto permite que la cinta tenga diferentes funcionalidades en los lados A y B.
El adhesivo sensible a la presión posee un soporte de espuma (por ejemplo, acrílico, poliuretano, polietileno) que está laminado con un adhesivo sensible a la presión por las dos caras. Esto permite que la cinta tenga diferentes funcionalidades en los lados A y B y, además, la espuma posee propiedades elastoméricas o de relleno de huecos únicas.
El adhesivo sensible a la presión está laminado sobre un sistema de fijación mecánica con un liner.
Dada la infinita variedad de requisitos de diseño, se han desarrollado una amplia variedad de productos y formatos de adhesivos y cintas. Esta variedad está representada en el espectro de las tecnologías de unión, que en 3M se conoce como el continuo de unión de cintas y adhesivos. Este continuo de cintas y adhesivos abarca desde adhesivos sensibles a la presión reposicionables similares a las notas de Post-It® hasta los epoxis de curado de alta resistencia que se utilizan para unir los componentes de los aviones.