Reglamento (UE) 2016/425 relativo a los Equipos de Protección Individual

Tras la propuesta de la Comisión Europea, el Reglamento (UE) 2016/425 del Parlamento Europeo y del Consejo de 9 de marzo de 2016 relativo a los equipos de protección individual (EPI), fue adoptado por el Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión Europea después de consultar con el Comité Económico y Social Europeo.

Así, el nuevo Reglamento, deroga la Directiva 89/686/CEE del Consejo, garantizando una legislación de «Nuevo Enfoque» alineada con el «Nuevo Marco Legislativo».

En materia de EPI, el Reglamento (UE) 2016/425 es el único instrumento jurídico aplicable a los productos en su ámbito de aplicación comercializados en el mercado de la UE/el EEE. Aun así, cuando el EPI esté destinado a usarse en un lugar de trabajo, habitualmente se aplicará la legislación nacional y de la Unión, que pretende garantizar la seguridad de los empleados.

Este Reglamento tiene una doble finalidad: permitir la libre circulación de productos con el mercado interior, por un lado, y garantizar un alto nivel de protección de la salud y la seguridad, por el otro.

Se aplica a los EPI que sean nuevos en el mercado de la Unión en el momento de su introducción en el mercado; es decir, incluye tanto los EPI nuevos hechos por fabricantes establecidos en la Unión como los EPI, nuevos o de segunda mano, importados de un país tercero. También a toda forma de suministro (se incluye la venta a distancia y a través de medios electrónicos).

Este Reglamento, hace un especial hincapié en las obligaciones de los agentes económicos, la conformidad de los EPI y su evaluación, la vigilancia y control de los EPI que entren en el mercado, riesgos y requisitos de salud y seguridad, etc. También incluye una interesante guía para clasificar los EPI según el tipo de protección que proporcionen al usuario.

Con este Reglamento se ha logrado unificar y armonizar los requisitos esenciales de salud y seguridad, alineándose con una legislación de Nuevo Enfoque y ciñéndose al Nuevo Marco Legislativo. Esto permitirá unificar y centralizar el mercado de los Equipos de Protección Individual, y velar por una legislación que tenga como principal preocupación, la salud y la seguridad de los trabajadores.

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